1. Nunca te olvides del principio KISS = Keep it Short and Simple (corto y simple).
2. Usa listas cuando sea posible para fomentar brevedad. Esto incluye tus mensajes principales y los datos de soporte.
3. Orienta el tema hacia los beneficios del mismo. Habla menos sobre lo que tú haces y más sobre cómo eso impacta a una mayor escala. Ejemplo, en lugar de decir soy Verónica Arosemena, comunicadora, diré soy Verónica Arosemena y ayudo a que las empresas se comuniquen mejor.
4. Usa frases y palabras poderosas que incentiven a la acción.
5. Mantén cualquier tipo de terminología difícil de entender fuera de tu mensaje principal. Recuerda que tu mensaje tendrás que transmitirlo a distintos tipos de personas así que debe ser comprensible para todos. Luego, puedes añadir ciertos conceptos o términos específicos para aumentar credibilidad de ser necesario.
Recuerda que para que exista comunicación, nuestro receptor debe comprender el mensaje. |
6. La regla de 3. Nunca debes tener más de 3 mensajes principales.
7. Prueba tu mensaje con personas cercanas y no cercanas también. Pregúntales qué les resultó atractivo, resuena en ellos y qué no.
8. Siéntente libre de usar metáforas, analogías y ejemplos descriptivos pero úsalos cuidadosamente. Si estás tratando un tema o producto complejo, trata de encontrar maneas en que tu historia cobre vida en términos que tu audiencia pueda identificarse.
9. Diviértete y sé creativo. Mensajes clave llenos de datos estadísticos o densos no mantienen la atención de tu público. Encuentra un equilibrio, ni demasiado serio ni muy extravagante (teniendo en cuenta el perfil de tu empresa u organización).
* Si deseas nuestra ayuda para construir un mensaje personal o profesional, puedes escribir a info@veronicarosemena.com o llamar al 0984884555.
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