Ya sabemos que hablar en público puede ser terrorífico. ¿Por qué no asegurarnos que el esfuerzo valió la pena? La forma usual de considerar que nuestra presentación fue exitosa es por el número de aplausos, felicitaciones o hasta si nos envían algún detalle de regalo.
Los regalos pueden ser muy lindos, pero no son la manera más efectiva de comprobar que tuvimos el impacto deseado. Estas tres recomendaciones, te darán insights de mayor calidad. Tu presentación fue exitosa si...
1. Incrementó el nivel de conocimiento de los participantes sobre el tema.
Esto lo puedes medir con preguntas al público antes versus después de tu presentación. Además, puedes usar encuestas cortas al final para evaluar si lograron aprender algo nuevo con tu exposición.
Si todas estas personas vinieron a escucharme, no puedo dejarlas ir sin algo interesante |
2. Fomentó una actitud favorable hacia el presentador y sus productos o servicios.
a.k.a ganaste nuevos clientes o referidos entre las personas que escucharon tu charla.
3. Cambios en el comportamiento o decisiones del público que afectan la organización donde trabajan o sus relaciones interpersonales.
Si luego de una presentación sobre Comunicación Efectiva, una participante me cuenta sobre cómo acaba de pedir disculpas a una colega al darse cuenta que ella fue quien falló en su forma de expresarse, me doy cuenta que voy por buen camino.
La próxima vez que tengas la valentía de dar un discurso, asegúrate de que estás sacando el máximo provecho de esa experiencia. Mide tus resultados, y de esa forma descubre cómo seguir mejorando para impactar positivamente en la vida de los demás.
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