¡Cumplimos un año, y premiamos a los emprendedores ecuatorianos!

Hace un año, mi buen amigo y propietario de Domo, Alejandro Varas, me invitó a una pequeña reunión entre jóvenes en la Cámara de Industrias de Guayaquil. La conversación, liderada por Andrés Briones, era sobre crear una asociación de jóvenes empresarios. Los que ese momento éramos solo 12, ahora somos 100 socios. Y qué mejor forma de conmemorar este aniversario que premiando a los emprendedores ecuatorianos. 


Me invitaron a presentar el evento, titulado Origen +593 y fue una lindísima experiencia haber podido compartir ese ambiente de creatividad, fuerza, y libertad. 


Que este solo sea el principio, de muchos años más de poner en común buenas ideas y sueños. De hacer que las cosas pasen. ¡Larga vida AJE Ecuador!

¡Hace un año! Cada vez más jóvenes comparten este espacio de emprendimiento. 



Reuniones de trabajo más eficientes son posibles

¿Cuántas veces las reuniones de trabajo son productivas? La respuesta sincera es que solemos desperdiciar el tiempo de las reuniones por no manejarlas o planificarlas correctamente. Por esta razón, uno de mis talleres está especialmente diseñado para pulir nuestras habilidades organizacionales y comunicativas en las reuniones de trabajo.

Aunque suelo dictar mis capacitaciones in company, un par de veces al año las abro al público para tener un espacio variado y más íntimo en el que se pueda discutir el tema. En esta ocasión, junto a participantes de distintas empresas y áreas, pulimos nuestro conocimiento y elevamos nuestra inteligencia comunicacional sobre las reuniones laborales. 


¡Gracias a todos los que participaron de este interesante espacio de aprendizaje! 


5 consejos para hablar en público y no morir en el intento


Revista Awake, la primera revista digital interactiva de América Latina, me invitó a escribir un artículo de comunicación para su edición sobre los miedos. Hablar en público resultó un tema que calzaba perfecto y les comparto el artículo a continuación:



Ser sorprendido con un ataque terrorista, que te roben la identidad...y hablar en público.

Lo que tienen en común estos hechos es que fueron parte del top 5 en un estudio realizado por la Universidad de Chapman en Estados Unidos, en el que los participantes respondieron a la pregunta: ¿Qué es lo que más temes? 

Si te sientes identificado con esa respuesta o si no te da miedo (¡Quién como tú!) pero igual quieres ser un mejor comunicador, estos consejos son para ti:


1. Bienaventurados los que saben hacia dónde van

Mientras más claro tengas el resultado que quieres obtener con tu intervención, más fácil será construir tu mensaje en torno a esa motivación y no andar por las ramas.

No importa si estás hablando frente a cinco, treinta o cien personas, nunca olvides que la audiencia es la protagonista, no tú. Mientras más conozcas su perfil, mejor podrás adaptar el contenido. 

Las ideas que apoyan tu mensaje principal es mejor que estén bajo el principio KISS (Keep it simple, stupid). Un mensaje muy extenso o con palabras rebuscadas solo te alejará de cumplir tu objetivo.

2. Que no cunda el pánico

Ni bien sientas que tu respiración se agita y tu estómago se hace nudo, reconoce esas sensaciones por lo que son. Identifica tu ansiedad y acéptala como algo natural, así evitarás que se desborde.

Inhalar y exhalar profundamente nos ayuda a calmarnos por su conexión con el sistema nervioso central. Al sentir como el aire entra y sale de nuestro cuerpo nos alejamos de los miedos que recorren nuestra mente. 

Replantea tu idea sobre "presentar". Cuando cambias tu forma de ver las cosas, las cosas que ves cambian. No pienses que hablar en público como una especie de show, sino un diálogo. 


3. La papa en el plato y no en la boca

Así tengamos el mensaje más interesante, si nuestra voz no se percibe con claridad perdemos puntos. De niña yo hablaba como el pato Donald, de adolescente el tono aniñado de mi colegio me acompañó. Si yo pude trabajar en eso, tú también.
Dos ejercicios que ayudan a mejorar la pronunciación: El famoso lápiz en la boca que enseñan en la carrera de periodismo audiovisual. Lo colocas entre los dientes horizontalmente, muerdes y lees lo que quieras.
El segundo entrenamiento que debes realizar, es decir trabalenguas. Sí, esos enredos de la niñez son sumamente útiles para agilizar y perfeccionar nuestra dicción. De yapa, te vas a reír.


4. No es lo que dices, es cómo lo dices

Dejaré que los números hablen por mí: al comunicarnos el lenguaje corporal representa el 55% de la comunicación. El tono de nuestra voz, aporta un 38%. Mientras que el discurso, lo que decimos con palabras, representa solo el 7%.
¡Solo el 7%! ¿Qué tiene más peso entonces?
Cuidados básicos de nuestra comunicación no verbal: mirar al público no a una hoja o computadora (si te intimida, selecciona una cara agradable a tu izquierda, al centro y a tu derecha y pasea la mirada entre esas tres personas).

Las manos no van guardadas en los bolsillos, atrás del cuerpo y peor tapándonos la boca. Es mejor tener los brazos en actitud relajada y receptiva, moviéndolos para enfatizar ciertas ideas sin abusar.

5. Un pez dorado se distrae menos

Suena a mentira, pero nuestro attention span (tiempo de atención) cada vez es peor y hasta los pececitos dorados nos ganan. Si quieres lograr que tu público te escuche, interactúa con ellos.

Haz preguntas, úsalos de ejemplo, que lean también las diapositivas, pide su opinión. Alterna tus gestos y el tono de tu voz, elevándolo o hablando más bajo según sea necesario para generar impacto.

El storytelling, contar una historia que esté relacionada con el tema a tratar, es también una herramienta de atención poderosa. Resulta más convincente si es algo que te sucedió a ti o fuiste testigo.


Al igual que toda habilidad, la práctica constante es la mejor forma de pulir como hablamos en público. Conocer dónde estamos, pero sobre todo a dónde queremos llegar, no solo es un recurso de comunicación que usaron desde Martin Luther King Jr. hasta Steve Jobs en sus discursos, es el norte que nos servirá de inspiración para seguir adelante.



* En mis talleres in company y sesiones privadas de coaching, enseño a mis clientes a pulir sus habilidades de comunicación, potenciando su Inteligencia Comunicacional. Si deseas conocer más, puedes escribirme a info@veronicarosemena.com