La lógica de entrada es la lógica de salida

La lógica de entrada es la lógica de salida. Principio de primacía. La primera impresión es la que cuenta.

Estas ideas vienen a mi mente luego de ver el Debate Presidencial en Ecuador. Es casi injusto que esos primeros momentos al hablar en público, en los que los nervios están más alterados y la adrenalina a tope, sean aquellos que pueden marcar el resto de nuestra intervención.

Pero así es la vida y la Oratoria, así que mi recomendación siempre será prepararte no solo en lo que vas a decir sino en cómo te quieres sentir. Para lograrlo debes establecer una rutina o por lo menos un ejercicio lo suficientemente poderoso para regular esa adrenalina y fortalecer tu confianza antes de salir al escenario. 

La forma en que lo describo en mis talleres es "hablarle al cuerpo a través del cuerpo" y a lo que me refiero con eso, es que no puedes pretender calmar tus nervios solo con palabras bonitas o ideas lógicas. En ese momento, tu ser más racional está siendo secuestrado. Así que toca regresar a lo primario: el movimiento corporal, la respiración y la imaginación. 

Practicar técnicas como meditación o Mindfuless, la habilidad de estar presentes sin engancharnos con nuestros pensamientos o emociones, también te pueden ayudar, especialmente a lidiar con sorpresas desagradables o preguntas inesperadas. Estoy segura que para los candidatos Bolivar Armijos, Luisa Gonzalez, Otto Sonnenholzner y hasta a la moderadora Gisella Bayona, estas prácticas de relajación y gestión emocional les hubieran servido en el debate. 

Antes de tu próxima presentación o conversación, revisa tu lógica de entrada y asegúrate que sea memorable...para bien.